miércoles, 30 de diciembre de 2015

El fracaso

Siento el fracaso
como una grieta
entre dos mundos.

Los niños corren ahí fuera
por el ancho prado,
riendo y jugando.

Llueve en el cristal
de la ventana
mientras observo tras ella.

Señor, ¿por qué no puedo salir a jugar?
¿por qué ríen esos niños
y yo estoy aquí?

Tienes que aprender a ser un hombre.

De pronto,
la grieta se abre
y todos los niños caen dentro.

Solo se escuchan las palabras:
Tienes que ser un hombre.