sábado, 29 de octubre de 2016

Una noche de reflexión y cristales empañados

Es difícil
crecer sabiendo cómo ser un hombre,
sin tener modelos a seguir.
No se puede salvar
a una mujer que no quiere ser salvada.
Yo he crecido en colegios privados,
con los hijos del dinero.
No hay vida en los clubes,
donde las mujeres pasean desnudas.
No hay vida en el dinero,
que compra cualquier deseo.
Estoy sentado en una montaña,
viendo cómo respira la ciudad.
Podría estar en cualquier otro sitio,
podría estar con cualquier otra mujer,
pero estoy aquí,
en este instante.
Y no hay más.
Es normal que me equivoque,
solo soy un hombre,
y eso es lo más interesante
que se puede decir de mí.