de aquellas tardes
en fábricas abandonadas
llenas de yonkis,
mientras pintábamos
nuestros sueños
entre escombros y atardeceres?
¿Qué fue de todas esas esquinas,
de los besos
y las lágrimas
que llenan de recuerdos
toda la ciudad?
¿Qué fue de todos aquellos muchachos
que lucharon por ser mejores
y fueron derrotados,
aplastados como insectos?
¿Qué fue de los pétalos
que se secaron en la eterna espera
y se fueron volando
por encima de los edificios,
por encima de los muelles,
por encima de todos los amantes
que hoy duermen en tumbas, solos?
¿Qué fue del chico
que se ahogo en su llanto,
que desesperó el tiempo
por el desamor
golpeando paredes
y derribando edificios con sus nudillos ensangrentados?
Pasó.
Todo pasó.
Sí joder, recuerdo esas tardes en fábricas abandonadas, ruinosas, llenas de yonquis y nosotros pintando por ahí. Había que ser muy "inocente" para hacer eso. O muy culpable... Jajajaja. En fin, cosas de la muchachada adolescente que fuimos.
ResponderEliminarSoy Sergio. Un abrazo.
Jajaja había que vivir para saber cómo era. Igualmente tío, un lujo saber de ti.
Eliminar