jueves, 24 de noviembre de 2016

Veneno

El odio del mundo
golpea en el cristal.
Ahí afuera,
se escuchan los gritos de muerte
de las crías del destino,
los falsos profetas y poetas
enseñando el camino
que lleva al abismo.
La noria que no gira,
el Dios que no escucha
y el Diablo que siempre tiene un consejo.
Y es,
cuando las lágrimas inundan mi habitación
y me ahogo con mi propia existencia,
cuando unos labios
me salvan,
me rescatan,
de la caída de mi imperio,
del tedioso desamor y su recuerdo.
Mi corazón es un rebelde,
mis inseguridades, mi enemigo.
El chico callado,
de ojos color veneno,
sufre por dentro
para poder crear algo bonito.
Pero tus piernas,
son únicas,
la túnica que me esconde 
de la oscuridad
y de la locura.

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